Comunicación y contraste

El trabajo de un diseñador, es el de comunicar, por eso mismo es muy importante saber el por qué las cosas adquieren significado.

Como siempre, los estilos y las modas marcan al diseñador web a la hora de enfrentarse a la pantalla en blanco, pero esas modas no pueden estar por encima de nuestra labor de comunicadores.

Cuando hablo de comunicación, hablo de unos fundamentos esenciales a la hora de plasmar una idea:

  • Vocabulario .- hay que tener muy en cuenta a quien va dirigida la web, las lineas, colores y texturas se tienen que adaptar a ese target. Las lineas y formas angulares, por ejemplo, dan fuerza, velocidad o masculinidad, así como las redondeadas generalmente se asocian a suavidad, tiempo lento o feminidad.
  • Gramática .- el equilibrio, la armonía y la distribución de los textos es muy importante, ayuda a transmitir un contexto y a manipular las sensaciones del usuario.
  • Contraste .- el contraste sirve para manipular la atención del usuario, definimos jerarquías e incluso dibujamos los diagramas que el usuario debe de seguir en su lectura de nuestra web. El contraste es opuesto a la tónica general, es decir, no podemos pretender meter todo en negrita, porque no resaltará ante nada, habremos creado un simple «pegote».
    Ese contraste lo podemos encontar en un cambio del tamaño de la fuente, en una textura distinta, en una desalineación respecto a los demás, en una forma distinta, en el color o en la posición. No hace falta ponerle luces a una idea para que resplandezca sobre las demás.

Un diseñador no puede dar por sentado lo que para un usuario lo es. Tenemos que estar pendientes de esas pequeñas cosas que no son apreciables (algo subliminales) pero que consiguen resultados sorprendentes.

El diseñador tiene que tener en cuenta muchos aspectos que no tienen por qué ser conocidos para el usuario, por ejemplo, que para el usuario occidental, la forma de leer una web es de izquierda a derecha, teniendo una gran relevancia el área superior izquierda, esto simplemente significa que hay zonas de la web suficientemente poderosas, y que por lo tanto no es necesario tener que destacarlas tanto como otras que resultan más inaccesibles para el usuario.

Otro ejemplo es que la lectura se produce en diagonal, de la zona superior izquierda al inferior derecha, este es uno de los motivos por los que tengamos que poner los botones importantes del formulario abajo y a la derecha. Un periódico es un claro ejemplo de cómo diseñar una web de contenidos, por sus jerarquías, contrastes,…

En conclusión, lo que quiero decir o explicar en este post, es que el trabajo de un diseñador web no se limita a hacer un icono bonito, eso es seguramente lo menos importante de su trabajo. Por eso mi indignación al ver los diseños que veo por la red y sobre todo mi indignación por la supeditación a la que estamos sujetos, por esos «gurús» que solemos tener por jefes y cuya única meta es demostrarnos lo buenos diseñadores que son, porque ya se sabe… «todos estamos capacitados para opinar de diseño» 😉